En un rincón la frustración se apodera de otro chico, sus padres se han gastado más de 400 euros en el bañador que tanto ansiaba, nada más y nada menos que el famoso LZR, el mismo con el que Michael Phelps consiguió 8 medallas en Pekín. El no quería ser menos, no comprende lo sucedido, ha subido varios segundos de marca y está decepcionado.
Es la cara amarga del deporte, la derrota, todos los deportistas lo han padecido en alguna ocasión, actúa como un virus que se apodera de ti y te hace vulnerable. La ira, la desesperación, la apatía son algunos de sus síntomas. Contener y reducir sus efectos debe ser prioritario en nuestra preparación.
Dotado de una técnica envidiable, que compensaba su falta de estatura, Pablo Morales fue durante años ídolo de la natación norteamericana. Estudioso y solidario como pocos tuvo en Michael Gross a su mayor rival. En los juegos Olímpicos de Los Ángeles no pudo conseguir el ansiado oro. El Albatros en 100 mariposa y Alex Bauman en 200 estilos le privaron del tal privilegio. Recordman Mundial y Campeón del mundo en Madrid 86, tuvo en el oro olímpico su asignatura pendiente.
Después de unos años dedicados al estudio se graduó en 1987 en Filología Inglesa y recibió el premio de Stamford que distingue a sus mejores estudiantes. En 1988 sufre un nuevo revés y no logra la clasificación para los Juegos de Seúl, sin duda una nueva decepción en su palmarés. Lejos de amilanarse regresa de nuevo a los entrenamientos y el destino le concede una nueva oportunidad en las pruebas de selección estadounidenses. En 1991, en Indianápolis logra la 8ª mejor marca mundial y obtiene el billete para Barcelona. La piscina Picornell se convierte en el escenario perfecto, ha regresado para hacer realidad su sueño, conseguir el máximo galardón, la medalla que un día le arrebató Michael Gross.
Estoy convencido que la derrota esconde otra cara, la del éxito. Solo venceremos si somos capaces de asimilar que hemos sido vencidos. Pablo Morales, es un ejemplo más de superación. Como otros muchos campeones, lo tuvo muy claro, cejó en su empeño y luchó hasta conseguirlo.
Ayudar a los nadadores a tolerar mejor las derrotas requiere de nuestra ayuda. Las siguientes reflexiones podrían ser de utilidad:
1- Utiliza y asume la derrota en tu propio beneficio. Saca partido de las experiencias vividas y aprende de tus errores.
2- Sus posibilidades como herramienta para lograr el éxito son infinitas.
3- Puede ser tu mejor consejero. Te ayudará a mejorar y hacer lo adecuado.
4- Debe ser elemento para impulsar la superación.
5- Te invita a soñar de nuevo, a entrenar con mayor determinación y a superar las dificultades.
6- Los altibajos en el deporte son naturales. Todos los deportistas han pasado por ellos y es imposible tener siempre éxito
7- Cuando se te presenten las dudas, te puede ayudar el visionar videos o leer historias de atletas que consiguieron hacer realidad sus ilusiones, después de muchos fracasos.
8- Ten siempre presente que aquellos que obtienen mayor número de victorias son en muchas ocasiones los que en más ocasiones han perdido.
9- Lo más importante es tu actitud y el trabajo diario. Utilizar un bañador de última generación, puede ayudarte a conseguir tus metas, pero nunca podrá sustituir a una buena preparación.
Convertir la derrota en una eventual victoria será el desafío. ¿Aceptas el reto?
Agustín Artiles Grijalba (Champi)
Documento sacado de NOTINAT
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